Aún cuando todavía no me he recuperado de la resaca del 0 a 3 ante Rusia, no quería dejar pasar la oportunidad de comentar la liberalización de las extensiones de dominio (TLD) acordada ayer por la ICANN y que entrará en vigor a partir del primer semestre de 2009.
Este es el camino necesario para poder seguir manteniendo el sistema de nombres ante el crecimiento exponencial que mantiene el registro de nombres en Internet. Si lo unimos a que las direcciones IP disponibles con IPv4 escasea y que IPv6 pondría una reserva de direcciones IP disponibles casi ilimitada (pasaríamos de 32 a 128 bits), el futuro está claro: liberalización de TLD y tecnologia IPv6.
Por una parte la liberalización de TLD dejaría la puerta abierta al registro de casi cualquier frase como por ejemplo: necesito.amor, soy.informatico o camino.de.santiago. Con esto se solucionarían los quebraderos de cabeza de quien quiere lanzar un nuevo proyecto empresarial que actualmente obliga a pasarse horas buscando un nombre disponible y adecuado a sus necesidades, pudiendo registrar algo.mimarca.
En el otro extremo estaría ver que es lo que ocurriría con las actuales extensiones de dominio tradicionales (.com, .net, .org, .es, etc). ¿Seguirán manteniendo su valor?